jueves, 10 de marzo de 2011

LOLA Y SUS ENREDOS: ( XXII ) EL CHISMORREO




LOLA Y SUS ENREDOS: ( XXII ) EL CHISMORREO

Las mujeres se quedaron solas, después que Don Luis saliera. Se sintieron a sus anchas para hablar como quisieran. Lo primero que notaron, y así lo comentaron, era el cambio de actitud de Lola, después de la intervención de su padre… el alma le había vuelto al cuerpo, comportándose más normal de cómo había actuado ese último tiempo. Una vez Doña Ana hubo calmado a Márgara –que correteaba a Ana Isabel por la sala, para darle su merecido- se sentó, muy juntita a sus hijas, para poder hablarles en voz baja
- Eso que hicieron, hijas mías, estuvo muy mal hecho, porque al recurrir a Doña Rosaura para que les dilucidara sus dudas con respecto a los muertos… denota que no están claras en la fe cristiana, que hacen caso a las habladurías y que… en mí no tienen confianza –hablaba al tiempo que echaba miradas de reproche a las muchachas, y prosiguió diciendo:
- Mi Luis es un hombre maravilloso, para nada violento… pero lo que hicieron me costará caro; me dará una buena reprimenda y no lo olvidará en mucho tiempo…- las últimas palabras las dijo como si fuera víctima de una tragedia, con las manos en el corazón y la mirada elevada, como si suplicase piedad al cielo… exhalando un suspiro, como si muriera sin remedio. Doña Matilde se reía con el melodrama de su prima.
-Deja la payasada Ana, que no es para tanto la vaina; cuéntale a las chicas… la verdad sobre Rosaura!
- La verdad? Que verdad madre?- preguntaron las tres al unísono, con las caras que pone todo pendejo al caer en la intriga.
- Les voy a contar –decía al tiempo que miraba a su derredor para cerciorarse que, nadie ajeno a ellas, la escuchara – pero lo que aquí se hable... como secreto de confesión deben guardar! -no había terminado de hablar, cuando Doña Matilde la interrumpió.
- Habla mujer, sin tanto misterio… que ese cuento lo conoce todo el pueblo! –y soltó su acostumbrada carcajada.
- Ah! Matilde, que ordinaria eres! A todo le quitas interés, que fastidio contigo… déjame echar el cuento como yo lo sé!- le reclamó Doña Ana, quien ya se impacientaba. Las muchachas estaban ansiosas porque el cuento comenzara y le hacia señas a la madre para que de una vez lo iniciara.
- Bueno, como les decía… Doña Rosaura, no siempre fue conocida como una bruja. Ella nació en el pueblo y allá mismo se criara. Era hija de un médico que de la capital llegara. De chica, en la escuela, siempre la llamaron la “rara”… porque sabía de antemano, las cosas que sucederían a todo al que se le acercaba. Eso sí, solo cosas buenas pronosticaba y, si algo malo por su cabeza se le atravesaba, no lo decía…. pero alertaba. Ya más grande, sus padres de la escuela la retiraron y de su educación, se encargaban unos tutores… que iban a su casa. Cuando se hizo mujer, su belleza era enorme… y sumado a su arrogancia, a los hombres pasión inspiraba…- Doña Ana cortó el relato, guardó silencio. Se puso de pie y observó por la puerta y las ventanas… creyó haber escuchado un ruido extraño, como si alguien oculto… las espiara. Así se lo hizo saber a su prima y a las hijas, quienes también se cercioraran… pero no encontraron a nadie, ni nada. Se miraron las caras y, con las manos, sus brazos sobaban… estaban espelucadas, todas erizadas… pensaron que esos ruidos, algo de ultratumba los provocaba. Pero eso no las detuvo, sentaron a Doña Ana y la exhortaron a continuar la charla.
- Bien, continúo. Como les decía… a los hombres el aliento les sacaba y el sueño se los robaba. Hacía, con sus corazones- lo que le daba la gana! Justo cuando Doña Ana pronuncia estas palabras… se escucharon -de nuevo- unos ruidos extraños, como si alguien por el piso se arrastrara y unos gemidos sofocados… que a todas asustaron. Salieron del miedo corriendo, atropellándose unas a otras; tenían todo el cuerpo erizado y las caras desencajadas, pálidas… estaban –literalmente- del susto meadas. Entre ellas acordaron guardar silencio, como si esa charla, jamás se hubiera dado!

Ana Margarita.-

NOTA: La foto que ilustra este relato fue bajado de Imágenes de Google. Se desconoce autor o propietario.

2 comentarios:

  1. Muy interesante este parte de tus relatos,haces sentir en los lectores la intriga,es decir,dejas ver la acción que se ejecuta con astucia y ocultamente,para coseguir el fin y la trama de la historia parece cambiar.

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  2. Ahora si se enrreda el cuento, varias mujeres juntas son peligrosas, menos que les salió el bicho o a lo mejor los niñitos, como siempre, escuchando tras las puertas o escondidos, ya veremos la genialidad de la autora adonde nos conduce.

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