domingo, 3 de abril de 2011

LOLA Y SUS ENREDOS: (XXXV) EL MASERATI




LOLA Y SUS ENREDOS: (XXXV) EL MASERATI



A petición de Don José, la tía Isabel echó otro cuento de aparecidos, dejando consternados a los presentes, salvo a Don Luis, quien también lo presenció; corroborando la historia espeluznante de cómo en los solares aledaños, donde jugaban de niños, siempre aparecía una infanta vestida de blanco… transparente toda ella. Los seguía a dónde quiera que ellos se encontraran y, cuando la miraban, se escondía tras un arbusto o alguna piedra grande. Esto no sucedió una vez o dos, sino siempre que allí se reunían para jugar, hasta que vendieron la casa, para venirse para acá. De niños no los asustaba, pero ahora, recordando… era otra vaina!



- Bueno, la conversación está de los más interesante, pero me marcho, mañana debo oficiar temprano y no quiero, por el trasnocho, asemejar alguno de estos espantos; además, quiero aprovechar que Don Carlos y Doña Flor también se van, para que me den el aventón hasta la casa parroquial –dijo Don José levantándose y despidiéndose de los presentes.



- Pero José, si la casa parroquial te queda enfrente, solo debes cruzar la calle y atravesar la plaza… para que necesitas el aventón en carro? –le preguntó Don Luis de lo más inocente.



- Por supuesto que se va en carro, crees que en la oscuridad de la noche y después de los cuentos de espantos… él se atreverá a irse solo y caminando? Será para que llegue a su casa blanco y todo cagado! –Dijo la tía Isabel muerta de la risa- a ver José, levántate la sotana, seguro que estás todo chorreado! Todos empezaron a reírse y le preguntaron al cura si en verdad estaba asustado. Éste lo negó rotundamente, pero no soltaba del brazo a Doña Flor, no fuera que esta se marchara, dejándolo ahí botado, y tuviera que irse caminando solo y todo espelucado.



- Isabel, es que tú no me respetas, no ves que soy un sacerdote? –le dijo Don José a la tía, con una sonrisita, todo avergonzado; lo de la lengua de Isabel, no era ninguna pendejada, a ella nadie se le escapaba... y bien lo gozaba!



- Deja la cantaleta José, que te conocemos de toda la vida y, prácticamente, somos tu familia; además no te encuentras en la Iglesia ni en faena eclesiástica… así que de Isabel, no te salvas de ser otra víctima! –le dijo Don Luis, saliendo en defensa de su hermana y sin contener la risa. Se puso de pie y acompañó, a sus sobrinos y amigo, hasta la puerta de la casa. Se despidieron efusivamente, prometiendo verse al siguiente día. Don Luis le hizo señas a Ana Isabel, indicándole de que era hora de retirarse; él cargó a Anita y Ana Isabel a Juancito, los dos se habían dormido. Se despidieron y en la medida que subían las escaleras, iban apagando las luces tras ellos.



- Cuéntanos Isabel, cómo están tus hijas? Y tú marido, por qué no vino contigo? –le preguntó Doña Ana, al tiempo que le servía otro trago a su cuñada.



- Ah! Con Carmelo no cuento, él dice que son sus hijas quienes tienen que ir a verlo; no le quito la razón, pero lo cierto es que le tiene pánico al océano. No se monta en un barco ni que le regalen pesetas tiradas al viento! Él da la excusa de que debe cuidar de los ingresos… bueno, nada que hacer! En cuanto a las niñas, todas están muy bien, gracias al Señor, de nada me quejo. –hizo una pausa y tomó un sorbo del vino recién servido. Pero todos captaron que, la tía Isabel, se preparaba para echar otro de sus cuentos.



- Saben que Lucía está casada con un italiano de la aristocracia… es un joven simpático, apuesto, deportista y muy culto; a mi él me da mucha risa con su vainas. Fíjense, él mismo dice que, si se hiciese un tatuaje de un Tridente, bien podría ser el propio Dios Romano Neptuno o, no hubiera sido gente, sino un 250F, el Maserati más potente! – dijo esto con una franca sonrisa y la mirada ausente, cómo hurgando recuerdos dentro su mente- él, de entrada no cae bien, porque presume mucho, parece arrogante; pero después que uno bien lo conoce, bien lo quiere… lo que realmente es… un jodedor de primera! Se llevan bien, son muy felices, bendito sea Dios! - Todos sonrieron por las expresiones melodramáticas de la tía, tratando de imaginar al italiano nada modesto, ese que ella dice ser simpático y buena gente.... todo desnudo emergiendo del mar como un Dios poderoso o , en vez de extremidades, con cuatro ruedas, deslizándose por una pista de Fórmula Uno.



- Y a la Pilar y a la Candelaria, como les va a ellas? – preguntó Doña Matilde.



- Ah! Eso es harina de otro costal! Pero me disculparán, les contaré mañana, estoy exhausta, me quiero acostar –dijo esto llevándose ambas manos a la cara, tratando de ocultar un gran bostezo que denotaba su cansancio, el día para ella se había hecho largo. De manera inmediata, Doña Ana y doña Matilde la franquearon, asiéndola por los brazos, guiándola a su habitación para que bien descansara. Antes de subir el primer escalón, la tía Isabel se volteó y les dijo, tanto a Antonio como a Lola:



- Antes de irme, quiero participar de la boda, así que me gustaría habláramos mañana… sobre la fecha. –les dijo esto guiñándoles el ojo y echándoles un dulce beso al aire, prosiguiendo su camino, al lado de las anfitrionas.






Ana Margarita.-


NOTA: La foto que ilustra este relato fue bajado de Imágenes de Google. Se desconoce autor o propietario.

4 comentarios:

  1. Ok este capitulo es como las cotufas en el cine, te hace querer mas y mas !
    Espero con impaciencia el siguiente!

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  2. Hola Rumi, como tú sabes, el "Tridente" es el símbolo del Dios Romano Neptuno y también de los vehículos más potentes del mundo... Maserati... cómo quisiera tener uno en mis manos... puro poder! Razón tiene ese italiano en ser arrogante! jejeje Este es un capítulo de transición; uno de esos que nos conducen a algo... son necesarios, inevitables! Besos. TQM

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  3. Tertulia famuiliar!!! Ana M, se te cayo la cédula, el maserati estuvo de moda por los años 50, jejeje.

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  4. aajaja así mismo el 250F... porque hoy en día se siguem ensamblando en el mismo lugar, Módena, Italia... y el modelo descapotado, todo lujo por dentro, que desarrolla una velocidad mayor a 250 km/h.... la Ferrari le fabrica un motor especial para ellos! tremendo nave, nunca pasaran de moda!!!

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