Ana margarita Pérez Martin
“El milagro del amor cabe en un instante.”
Pasé por su escuela. Lo busqué
en su salón de clases, solo para ver cómo estaba, cómo se comportaba. Al verme,
salió corriendo: ¡nada impediría que de mi cuello se colgara!
El choque de trenes fue
inevitable; me doblé como una vara. Traté de desprenderlo para que mi espalda
no se lastimara, pero nada: ¡de mí, asido como una garrapata!
Bajé la mirada, y allí estaba:
su carita de luna llena, viéndome como quien descubre el lucero de la mañana.
¡Sonrisa dulce y confiada, como quien tiene a Dios enganchado en el alma!
Es increíble ese sentimiento entre dos seres que se aman: ¡dos en uno, como polluelo en su cáscara!
“Dos en uno: la esencia del amor verdadero.”
Dedicado: con todo mi amor a mi nieto Emanuel Pérez Figueredo, el niño que llegó a este mundo para sostenerme cuando yo caía a un pozo sin fin. Un ángel cuyas alas eran la ternura y la devoción, y con ellas me sostuvo...
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