jueves, 1 de julio de 2010

UNA VENTANA AL CIELO





Nuestras vidas están tejidas por cosas que son verdades... otras que son mentiras; unas son serias y las demás dan risa. Lo cierto del caso, todas ellas... dan forma y color a nuestras vidas y, con un poco de sal y pimienta...son las que nos identifican!
Soy una Cuenta-Cuentos... por naturaleza. Si existe una historia que contar... yo se las cuento; si no existe... tranquilos, yo me la ingenio... y se las invento!Nunca, a un hijo mio, hube de contar conocidos cuentos... no por menosprecio a ellos, ni pensarlo! Siempre empezaba a leerles uno... con el libro en mis manos abierto, pero terminaba con uno de esos...de los que yo invento. En casa de mis padres, así como en la mía propia... abundó la literatura... nos encantaba leer; la lectura nutría el conocimiento... la mente se alertaba y en ella bullía la imaginación...se disparada la fantasía... la historia se volvía un cuento. Es así, entonces, como nace este relato sobre El Valle de la Niebla, antes conocido -erróneamente- como El Valle de Los Muertos...
Este valle, antes era más extenso. Solo podía ser observado por quienes tenían el privilegio de adentrarse en él, a pie... por su propia cuenta y riesgo. Pero, luego, con la expansión urbana... desde auto, cualquiera podía verlo.
Está rodeado de montañas... al norte; Con el Cementerio Metropolitano... al sur; Al Oeste con la capital y al Este con la ciudad satélite... donde entonces vivía yo. Todos los días me levantaba de madrugada... para llevar a la niña a la escuela, en la capital; esa faena rutinaria... me dejaba agotada!
- Madre, por qué siempre te quedas viendo, como boba, para allá?
- Hija, tu has observado ... esa ventana al Cielo?
- Cuál?... preguntó, mientras su cabecita se agachaba y su carita daba vueltas como un ventilador... buscando la ventana que yo le indicaba.
- Hija, me expreso en sentido figurado... Ves aquellas nubes que se abren en su centro, dejando pasar ese gran y dorado haz de luz?... le pregunté mientras le tomaba su carita en mi mano y la orientaba a donde yo quería que viera.
- Que bello mami... esa es la ventana al Cielo? Hizo esta pregunta sin quitar su mirada de esa estampa celestial. Su boca quedó abierta, expresando lo maravillada que estaba!
- Sí hija... esa es la ventana al Cielo, por donde ascienden las almas... de aquellos... los muertos! Le dije esto tomando, nuevamente, su rostro entre mis dedos... y volteándolo hacia el cementerio.
- Mami, los muertos me asustan...
- Por qué te asustan ellos? Si todos son buenos. Entre ellos están los héroes, los Santos... tus bisabuelos y bisabuelas, tus abuelos y otros, cuyos nombres no conozco... o ya no recuerdo!
- Y los malos mamá, los que se portan mal? Me dijo esto con una expresión dulce... que denotaba una profunda inquietud; esto era importante para ella...Entonces, sabia debía ser mi respuesta.
- Hijita... las personas malas...malas son aquí en la tierra; Una vez que mueren, sus cuerpos reposan inertes y sus almas, sus espíritus... los purifica Dios con su Misericordia!
- No entiendo mami.. ser malo... entonces, no importa? qué es la Misericordia de Dios? Al hacer estas interrogantes... su carita se hacía un poema...
- Hija, ves la niebla que recubre todo el suelo del Valle... bajo la luz del cielo? Esa niebla son las almas de los muertos... que esperan por el Juicio de Dios..
- Entonces, mami, Dios es abogado como tu? Al decir esto su rostro se iluminó... como si ella fuese privilegiada de que su madre fuese abogado, como abogado -entendía ella- que era Dios...
- No hijita, te explico ... Dios es mucho más grande que eso. Es nuestro Creador. Dios es Abogado, Juez y también Parte... porque todo lo que hacemos... a Él le concierne... le interesa, lo beneficia y lo daña. El todo lo sabe... todo lo entiende... todo lo perdona... he ahí, la Misericordia de Dios!
- AH.. que bueno! Dijo esto acomodandose en el asiento... relajadamente y con una sonrisa de inocente picardía.
- Hija, te digo algo... escucha las enseñanzas de tus padres, sigue sus consejos... y tu vida seguirá la senda del bien... el camino a Dios! En la medida que vayas creciendo... irás comprendiendo las diferencias entre el bien y el mal... y si no eres necia... encontrarás las respuestas a la Misericordia de Dios.

Así dimos por concluida esa conversación.. de esa mañana; pues, han pasado muchos años, desde entonces, y aún la reiniciamos... día a día.. cada vez que por allí pasamos. Obvio, la conversación de ahora es más profunda... y el relato - en su mente- otro significado ha tomado... Para nosotras, la extraña y mágica niebla que cubre el verde valle y el haz de luz que baja del cielo... no son cosas de risa... ni tampoco asunto de los muertos... son cosas de Dios... para aquellos, que en Él creemos.

Ana Margarita.-

NOTA: la FOTO que ilutra el presente relato fue bajada de Imágenes de Google; se desconoce autor o propietario.


Ana Margarita.-

Nota: la FOTO que ilustra el presente relato fue bajada de imágenes de Google; se desconoce autor o propietario.







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