ME
ENGAÑARON
“No hay monstruos en la oscuridad, solo sombras dentro
de la conciencia.”
Ana
Margarita Pérez Martin
Temía a la
oscuridad.
Temía al bajo de la cama, a los senderos solitarios, a las personas raras y de
fea presencia.
Temía saliera la bestia roja, con aroma de azufre, dientes afilados, cuernos y
cola.
¡Me
engañaron!
No me enseñaron que el diablo está dentro de la cabeza, a toda hora, en
cualquier lugar, y que luce como un ángel dulcemente perfumado, hablándote de
amor, caricias y entrega.
No me enseñaron que es un ladrón que te roba el sueño, la tranquilidad, la
cordura… ¡la conciencia!
Me
engañaron al hacerme creer que debía cuidarme del mal que rondaba fuera, cuando
estaba en mi mente, carcomiéndome la dignidad, el amor propio, la decencia.
No me
enseñaron a prepararme para la guerra entre el bien y el mal.
Aprendí a lidiar mis batallas con las únicas armas que me dio el tiempo:
derrotas, coraje, lágrimas y fortaleza.
¡Me
engañaron!
Una sola
cosa fue cierta: el infierno arde en llamas…
¡Nos quemamos en la hoguera!
“El diablo no tiene cuernos: lleva
perfume y sonrisa.”
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